Tarot Osho Zen

Estrés

¿Cuánta gente conoces que, cuando han  estado sobrecargados con demasiados proyectos, con demasiados castillos en el aire, se han venido abajo de repente o se han caído y han terminado con muletas? ¡Esta es precisamente la clase de “malos momentos” que el mono, alfiler en mano, está dispuesto a imponer al “hombre orquesta”! 

* El tipo de estrés que se representa en esta carta nos visita a todos nosotros en determinados momentos, pero los perfeccionistas son especialmente vulnerables a él. Nosotros mismos lo creamos con la idea de que sin nosotros nada va a ocurrir, ¡especialmente de la forma en que queremos que sea! 

Pues bien, ¿Qué te hace pensar que eres tan especial? ¿Piensas que no saldrá el sol por la mañana a menos que tú, personalmente, pongas el despertador? Ve a darte un paseo, cómprate unas cuantas flores y prepárate una cena a base de espaguetis; cualquier cosa sin importancia servirá.

¡Simplemente ponte fuera del alcance del mono! Todas las metas privadas son neuróticas. El hombre esencial empieza a saber y a sentir: “No estoy separado del todo y no hay necesidad de buscar y sondear mi propio destino. Las cosas están sucediendo, el mundo se mueve: Llámalo Dios… Él está haciendo las cosas; están sucediendo por sí solas. 

No tengo necesidad de hacer ningún esfuerzo, ninguna lucha; no tengo necesidad de pelear por nada. Puedo “relajarme y ser”. El hombre esencial no es un hacedor. El hombre accidental es un hacedor. El hombre accidental está, por supuesto, en medio de la ansiedad, de la tensión, del estrés, de la angustia; está sentado constantemente sobre un volcán que puede explotar en cualquier momento, pues vive en un mundo de incertidumbre y creencias como si éste fuera cierto. Ello crea tensión en su ser: sabe en lo profundo que no hay nada seguro.

OSHO, A Sudden Clash of Thunder, cap. 3

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