Tarot Osho Zen

Comparación
¿Te han dicho alguna vez que el bambú es más hermoso que el roble, o que el roble es más valioso que el bambú?
¿Piensas que al roble le habría gustado tener un interior vacío como el del bambú? ¿Tiene celos el bambú del roble porque es más grande y sus hojas cambian de color en el otoño? La idea misma de que dos árboles se comparen resulta ridícula, pero los humanos parecemos tener este hábito muy arraigado.
*Afrontémoslo: siempre va haber alguien más hermoso, con más talento, más fuerte, más inteligente o aparentemente más feliz de lo que tú eres. Y, al contrario, siempre habrá aquéllos que sean menos que tú en todos estos campos. La forma de encontrar quién eres no consiste en que te compares con otros, sino en tratar de ver si estás realizando tu propio potencial de la mejor manera que sabes.
Comparar implica inferioridad y superioridad. Cuando no comparas, toda inferioridad y toda superioridad desaparecen. Entonces eres tú; simplemente estás ahí: un pequeño arbusto o un enorme árbol, no importa, eres tú mismo, tú eres necesario. Una brizna de hierba es tan necesaria como la estrella más grande. Sin la brizna de hierba, Dios será menos de lo que es. El canto del cuco hace tanta falta como cualquier buda; el mundo será menos, menos rico, si el cuclillo desaparece.
Simplemente mira a tu alrededor. Todo es necesario y cada cosa encaja en el conjunto. Se trata de una unidad orgánica: nadie es más alto, nadie es más bajo, nadie es superior, nadie es inferior. Todo el mundo es incomparablemente único.
OSHO, The Sun Rises in the Evening, cap. 4