Tarot Osho Zen

Vidas Pasadas
Las manos de la existencia toman la forma de los genitales femeninos, la apertura de la Madre Cósmica. En el interior se revelan muchas imágenes, rostros de otros tiempos.
Aun cuando puede ser entretenido fantasear sobre conocidas vidas pasadas, se trata simplemente de una distracción.
Lo importante consiste en ver y comprender los modelos kármicos de nuestras vidas, así como sus raíces en ese ciclo interminablemente repetitivo que nos atrapa en un comportamiento inconsciente.
*A ambos lados, los dos lagartos de arco iris representan lo conocido y lo no conocido; son los guardianes del inconsciente y se aseguran de que estemos preparados para tener una visión que, de otra manera, podría ser demoledora.
Echar un vistazo a la eternidad de nuestra existencia es un regalo, y comprender la función del karma en nuestras vidas no es algo que pueda obtenerse mediante la voluntad.
Esta es una llamada a despertar; los acontecimientos de tu vida están tratando de mostrarte un modelo que es tan antiguo como el viaje de tu propia alma.
El niño puede volverse consciente únicamente si en su vida pasada ha meditado lo suficiente, ha creado suficiente energía meditativa para luchar contra la oscuridad que trae la muerte. Así, con ésta, uno simplemente se pierde en el olvido, pero luego, de repente, encuentra un nuevo vientre y se olvida completamente del cuerpo viejo. Hay una discontinuidad. Esta oscuridad, esta inconsciencia, crea la discontinuidad.
En Oriente se ha estado trabajando duro para atravesar estas barreras. Y diez mil años de trabajo no han sido en vano. Todo el mundo puede acceder a su vida pasada o a muchas vidas pasadas, pero para ello tienes que ir más profundo en tu meditación: Hay dos razones para este requisito: si no profundizas no podrás encontrar la puerta a otra vida; y, segundo, en caso de que encuentres la puerta, tu mente se verá inundada por un flujo de eventos. Y ya es suficiente duro llevar una sola vida…
OSHO, Hyakujo: The Everest of Zen, cap. 7