Tarot Osho Zen

Lo Simple y lo Ordinario
Esta figura caminando en la naturaleza nos enseña que la belleza puede encontrarse en las cosas ordinarias y simples de la vida. Con mucha facilidad no apreciamos este hermoso mundo en el que vivimos. Limpiar la casa, arreglar el jardín, preparar una comida: las tareas más mundanas adquieren una cualidad sagrada cuando se realizan con todo tu compromiso, con amor y por sí mismas, sin un pensamiento de recompensa o reconocimiento.
* Ahora estás encarando un momento donde este enfoque fácil, natural y profundamente ordinario ante situaciones que te encuentres traerá mejores resultados que cualquier intento por tu parte de ser brillante y agudo, es decir, extraordinario. Olvídate de aparecer en los titulares por el último invento o de impresionar a tus amigos y colegas con tu inigualable cualidad de estrella. El regalo especial que tienes que obsequiar ahora se ofrece mejor tomando las cosas con sencillez y fácilmente, paso a paso.
Algunas veces sucede que te vuelves uno, en algunos raros momentos. Observas el océano, lo tremendamente salvaje que es, y de repente olvidas tu división, tu esquizofrenia, te relajas. O, caminando por los Himalayas, viendo la nieve virgen de sus cumbres, de pronto te invade una sensación de tranquilidad, y dejas de necesitar ser falso porque no hay otro ser humano ante el cual serlo. Te sientes en armonía. O, escuchando una hermosa música, te sientes uno. Siempre que en cualquier situación te vuelves uno, una paz, una felicidad, una bendición te rodea, surge en ti: te sientes pleno.
No es necesario esperar estos momentos: estos momentos pueden convertirse en tu vida ordinaria. Estos momentos extraordinarios pueden volverse momentos ordinarios. Esta es toda la intención del zen. Puedes vivir una vida extraordinaria dentro de una vida ordinaria: cortar madera, preparar leña, llevar agua del pozo; puedes estar tremendamente en paz contigo mismo. Fregar el suelo, preparar la comida, lavar la ropa… Puedes estar perfectamente en paz, porque todo el tema tiene que ver con llevar a cabo tu acción de forma total, disfrutando, gozando con ello.
OSHO, Dang Dang Doko Dang, cap. 3